sábado, 30 de enero de 2016

Sánchez contra el reloj

Hoy el PSOE ha reunido a su Comité Ejecutivo Federal (CEF), el máximo órgano que le marca las líneas rojas al Secretario General, Pedro Sánchez. Lo lógico sería que este organismo le otorgase a su jefe todos los instrumentos necesarios para alcanzar acuerdos y echar a Rajoy del Palacio de la Moncloa, ya que ese era el objetivo principal de los socialistas para el 20D. ¿Es eso lo que realmente han hecho?

Recordemos que para que Sánchez consiga el apoyo del Congreso de los Diputados y pueda formar Gobierno necesita el apoyo de Podemos e IU y, o bien la abstención de Ciudadanos, o bien el voto favorable del PNV y la abstención de los independentistas catalanes. El CEF ha impedido que Sánchez obtenga el apoyo de CIU o ERC y Susana Díaz, Javier Fernández y Javier Lambán están en contra de gobernar gracias a la abstención de los separatistas.
@sanchezcastejon

Eliminando la segunda posibilidad para formar un Gobierno, solo nos queda el entendimiento con Ciudadanos. Los últimos ya han dicho que no pactarán si Podemos está en el acuerdo y la desconfianza de algunos socialistas históricos hacia el partido de Pablo Iglesias es de sobras conocida. Demasiado complicado, ¿verdad? Lo es. El fracaso de las negociaciones entre estos partidos llevaría a elecciones anticipadas y, en ese caso, ¿quién sería el candidato del PSOE?

Sánchez quería posponer esta decisión hasta el 17 de junio, es decir, después de esas posibles elecciones que se celebrarían en primavera. Sin embargo, los barones han hablado y Ferraz ha claudicado. Las primarias serán el 8 de mayo y doce días después el nuevo Secretario General (o la nueva) será proclamado (o proclamada).

Es decir, que en el caso de que el capitán de los socialistas no consiga poner de acuerdo a Podemos y a Ciudadanos —algo muy probable—, tendrá vetada la otra opción posible para formar Gobierno: el pacto de izquierdas. Sánchez podría actuar en contra de los barones pactando con Podemos, IU y PNV y aceptando la abstención de DiL y ERC, pero se desataría la guerra en el partido y podría haber una revolución contra Sánchez para colocar a Susana Díaz en su lugar.

¿Quién puede, pues, llevarle la contraria a los líderes regionales? La militancia. La misma militancia que puso a Sánchez en el puesto que ocupa puede salvarle ahora. ¿Sería capaz Susana Díaz de enfrentarse a sus propias bases? Imposible. Pedro lo sabe y, por ello, consultará con las bases cualquier acuerdo de Gobierno.


Sánchez ha conseguido adelantar a sus enemigos socialistas, pero ahora debe enfrentarse al único adversario al que nunca podrá vencer: el tiempo. La única posibilidad de asegurarse totalmente la reelección como líder del PSOE el 8 de mayo es llegar a esta fecha siendo Presidente del Gobierno, ya sea este moderado o de izquierdas. Como dijo Pablo Iglesias, Tic, Tac…

viernes, 22 de enero de 2016

Jaque

libropoli.blogspot.com

Cuando juegas al ajedrez, preparas una estrategia que se puede alargar durante muchos movimientos con un único objetivo: acabar con el rey contrario. Matar al rey contrario. Porque solo puede haber un rey, solo una persona puede sentarse en el trono. Solo hay un Presidente del Gobierno. Y todos los que juegan al ajedrez quieren ganar la partida, nadie se coloca al frente de un ejército de peones, caballos, alfiles, torres y una reina para ser segundo. Nadie cruza el tan peligroso puente de la política para ser vicepresidente.

Pablo Iglesias ha propuesto esta mañana, junto a sus capitanes y capitanas más fieles, una coalición entre el PSOE, Podemos e IU. Bloque que, por cierto, no alcanza la mayoría y necesitaría del PNV para salir adelante. Pero dejando a un lado esta necesidad, parece que el reparto de ministerios entre los tres partidos es la fórmula escogida por los podemitas. Un reparto que, de conformarse según los votos, sería casi igualitario entre los morados y los rojos, ya que tan solo algo más de 300.000 votos separaron a estos dos partidos en las elecciones.



¿Qué ministerios caerían en qué partido?
photojoiner.net

En su anuncio, Iglesias estaba acompañado por Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, Irene Montero, Julio Rodríguez, Xavier Domènech y Victoria Rosell. Estos serían siete posibles ministros que ya sonaron durante la campaña como Ministro de Defensa, en el caso de Julio Rodríguez o Ministra de Justicia, para Victoria Rosell. Iglesias también ha dejado caer que propondrán crear un Ministerio de la Plurinacionalidad, encabezado por Domènech, y que quieren una cartera para IU, con lo que Alberto Garzón podría convertirse en Ministro de Empleo, según han apuntado hoy en Al Rojo Vivo.

En la anterior legislatura hubo trece ministerios, con lo que Podemos e IU acapararían más de la mitad de los gabinetes. Sin embargo, quedan en el aire importantes carteras como Asuntos Exteriores, Economía, Hacienda o Educación. Además, podrían crearse otras como un Ministerio del Medio Ambiente —ahora integrado en Agricultura— o  se podría recuperar el Ministerio de Igualdad —que ahora está en Sanidad—.



¿Se conformaría Pablo Iglesias con ser el número dos? 
joserodriguez.info

Puede provocar una ofensa entre los dos y exigir un juicio por combate, pero no es la solución más elegante. En realidad, la maniobra que podría encumbrar a Pablo Iglesias a la Presidencia parece haberse realizado ya. 

La coalición con Podemos puede quebrar el PSOE ya que a muchos sectores, especialmente al liderado por Susana Díaz, la idea de colocar a Iglesias como Vicepresidente les provoca picores por todo el cuerpo. Una revolución en las filas socialistas podría llevar a convocar otras elecciones en las que, según varios medios de comunicación, Podemos aumentaría sus votantes y adelantaría al PSOE.

Por el contrario, si las negociaciones llegan a puerto y se reparten los ministerios, Podemos se mostrará como un partido de Gobierno, ya no serán los recién llegados y podrán mostrar sus logros para las siguientes elecciones —que podrían ser más pronto de lo que pensamos, ya que ningún partido tiene mayoría en el Parlamento—.

Pero gobernar es encontrarse con dificultades día sí y día también. En la serie The Wire, el alcalde de Baltimore recibe una advertencia de su predecesor en el cargo: Ser alcalde (tener el poder) es “estar sentado comiendo mierda todo el día, día tras día, año tras año”. ¿Cómo venderá Podemos tras estar en el Gobierno que son un partido nuevo y totalmente diferente a la casta del PSOE?



¿Pedro Sánchez se dejaría manejar por Pablo Iglesias?
lanzadigital.com

Siguiendo con las series norteamericanas, hoy en las redes se compara a Pablo Iglesias con Frank Underwood, el maquiavélico presidente de Estados Unidos protagonista de House of Cards, por sus estrategias políticas para alcanzar el poder. Sin embargo, Pedro Sánchez ha conseguido aguantar en la secretaría general del PSOE durante mucho más tiempo del que pronosticábamos y se postula como Presidente del Gobierno. A pesar de los problemas de su partido, consigue no hundirse y mantenerse en el trono. Y llegados hasta aquí, no va a dejar de pelear.


Viendo los métodos del líder de Podemos, Sánchez estará prevenido en todo momento del cuchillo que tiene muy cerca de su espalda y puede contraatacar. Sería un grave error menospreciar al líder de los socialistas.

miércoles, 20 de enero de 2016

Spring is coming

A menudo pensamos que nuestros problemas son más importantes de lo que realmente son. No pasa nada, es algo que hacemos todos y que está presente en la condición humana. Normalmente acabamos sufriendo un problema de verdad que nos vuelve a poner los pies en el suelo y consigue que recuperemos la perspectiva, que miremos desde otro ángulo.

¿Realmente es tan importante que Podemos tenga cuatro, tres o un grupo parlamentario? ¿A la familia que a duras penas sobrevive con la pensión del abuelo o la abuela le interesa qué partido dispone de más minutos en el Congreso?

Estos teatrillos que se forman en nuestras instituciones suelen ocupar páginas de periódicos y minutos de radio y de televisión porque son muy jugosos. Para los periodistas que viven de la política, ver cómo aquel le pega una buena cuchillada por la espalda al de más allá es un espectáculo excitante. 

Pero tarde o temprano tendremos que volver a la calle, tendremos que volver a mirar al sufrimiento a la cara. Al sufrimiento que miles de personas viven en nuestro país cada día. Miles de personas que han confiado en unos políticos para que arreglen sus problemas, que los han elegido para que les mejoren un poco la vida.

Y si aún creen que todavía no hemos alejado demasiado el foco, tienen razón. Si de los problemas reales de la gente se habla poco, de los hombres (por desgracia, son mayoritariamente hombres) que realmente tienen el poder, se habla aún menos. 

Hablo de poder real, del que está por encima de nuestro Gobierno y del Ibex 35. Del poder internacional que se esconde en las sombras y que tiene absoluta libertad de movimiento. De los grandes empresarios mundiales que desvían sus ganancias a paraísos fiscales. De los diplomáticos que resuelven los conflictos entre países y de los que nunca oiremos hablar. En definitiva, de las 2.500 personas que están ahora reunidas en Davos, Suiza.

Pierre Moscovici
Uno de los asistentes a la cumbre es Pierre Moscovici, el comisario de europeo de Asuntos Económicos y Financieros. Dicho de otro modo, este es el hombre que decide sobre las finanzas de toda la Unión Europea. Y tiene un objetivo: España.

Porque para la élite mundial, los problemas de los politicuchos españoles para formar Gobierno son algo menor, y tienen razón. Para la élite mundial, los problemas de los ciudadanos pobres españoles son algo menor, y no tienen razón. Para la élite mundial, el verdadero problema es que la economía española se mantenga estable, firme y solvente. Vamos, que paguen sus deudas. Tanto si colocan la prima de riesgo a 100 puntos o a 600.


A Moscovici le ha tocado advertir a nuestro Gobierno en funciones que “no tiene legitimidad para presentar un nuevo presupuesto”, que debe “encontrar una solución” a la situación política y que tiene que realizar los recortes acordados. Según Europa Press, el comisario a subrayado que en primavera deberá abordarse la cuestión “seriamente”. Solo falta la cabeza de caballo. Eso y que tengamos una democracia auténtica en la que la ciudadanía controle, ya ni pido que sustituya, a estos poderes. Pero esa ya es otra historia, ¿no?

domingo, 17 de enero de 2016

Portugal vs. Alemania

Ni voy a hablar de fútbol ni voy a predecir la Tercera Guerra Mundial, no tienen por qué asustarse. El enfrentamiento al que asistimos no es bélico y la decisión que el nuevo Congreso debe tomar no es si unirse a los buenos o a los malos —que cada cual decida quiénes son los primeros y quiénes los segundos—.

Los políticos que han sido capaces de alcanzar uno de los 350 sillones del Hemiciclo tienen que escoger entre Portugal o Alemania, entre papá o mamá (Mutter Angela). Y es que, según la aritmética parlamentaria, solo hay dos opciones para formar Gobierno: un pacto de partidos de izquierdas a la portuguesa o una gran coalición a la alemana.
Fuente: Wikipedia y Taringa | Montaje: photojoiner.net

Los 350 diputados, decía, tienen que escoger, pero solo uno tiene que decidir: Pedro Sánchez. La diferencia puede parecer pequeña, pero en realidad es muy trascendente. Si el secretario general del PSOE decide que quiere más a mamá, apoyará al PP y arrastrará a otros partidos como Ciudadanos con él. 

Por otro lado, si prefiere a papá, tendrá que comenzar una larga travesía por caminos muy peligrosos hasta conseguir convencer a Podemos y a otro partido para que le apoyen.

Viendo que el PSOE gobierna gracias a Podemos en comunidades como Aragón o Extremadura, no debería ser muy difícil que este mismo pacto se repitiese a nivel nacional. Pero Podemos no se presentó a estas elecciones generales como un solo partido. De hecho, los resultados del Ministerio del Interior descomponen sus votos entre: Podemos (12,67%), En Comú Podem (3,69%), Compromís-Podemos-És el Moment (2,67%) y En Marea (1,63%). 

Pactar con Podemos significa pactar con todos estos partidos y una de las condiciones que pone En Comú Podem —partido que obtuvo casi un millón de votos—es la realización de un referéndum de autodeterminación en Cataluña

Los barones del PSOE ya han alzado la voz por el préstamo de senadores de su partido a los independentistas, con lo que la idea de que voten los catalanes produce urticaria a la mitad del partido de Sánchez.

Y aún en el hipotético caso de que Pedro consiguiese convencer a Pablo, y de que Pablo consiguiese convencer a sus socios, aún faltarían tres votos para que un Gobierno de izquierdas superase la barrera de PP y Ciudadanos —siempre y cuando UP-IU también se sume al proyecto—. Y esos partidos son: ERC, DiL (la antigua Convergència) y el PNV.

Si en el PSOE no quieren oír hablar de un referéndum, ¿cómo van a pactar con partidos que piden abiertamente la independencia de Cataluña? El PNV se alza como la única opción posible y eso, como hemos visto con la CUP, le da mucho poder. 

¿Qué pedirán los nacionalistas vascos a cambio de otorgar la llave de la Moncloa a Pedro Sánchez? Irónicamente, podrían pedir otro referéndum. El PNV, junto con EH Bildu, ya se pronunció en octubre a favor del “derecho a decidir del pueblo vasco”, con lo que sus anhelos son claros. 


Con estos cuatro partidos ya obtendríamos una mayoría superior a la suma PP y Ciudadanos (167 contra 163), pero la diferencia entre ellos sería muy escasa. Bastaría con que ERC o DiL votasen en contra para bloquear la formación de un Gobierno. 

Y si esto ocurriera, ¿no quedaría como última opción para evitar repetir elecciones formar una gran coalición como en Alemania? ¿No podría usar el PSOE ese argumento cuando quedasen pocas horas para que se acabase el plazo igual que lo ha usado la CUP para darle la presidencia a la burguesía catalana?

domingo, 10 de enero de 2016

Rajoy abandona y Borja Sémper será Presidente con el apoyo de Podemos

No, no. Es coña. Pero imagínense por un momento que el Partido Popular y el Partido Socialista se presentaron en coalición a las elecciones del 20D para alcanzar un único punto: la unidad de España. Imagínense que ganaron con amplia diferencia con respecto a la segunda fuerza, pero que no alcanzaron la mayoría absoluta. Y que solo un partido compartía parte de sus ideas: Podemos.

Pero, ¿cómo apoyaría la extrema izquierda a la derecha y al liberalismo que ha aplicado recortes en la sanidad y en la educación? Si Podemos consiguió un tan buen resultado en las elecciones, fue en parte por el odio y la oposición que genera Mariano Rajoy en buena parte de los votantes. Estos jamás perdonarían al partido morado que les traicionase de esa manera.
Fotografías: Atresmedia y Público | Montaje: photojoiner.net

Pero los meses pasan y a veces es necesario hacer cosas que no te gustan. Si, en esta ficción, Pablo Iglesias empezó asegurando que jamás investirían a Mariano Rajoy como Presidente, después pasó a darle un “‘no’ tranquilo”

Y casi sin darse cuenta, los dos partidos llegaron al límite que les marca la ley para formar Gobierno. O proponían un candidato para Presidente que obtuviese la mayoría, o se repetirían las elecciones. Y ese último escenario no era favorable ni para unos ni para otros, puesto que la volatilidad del voto podía hacerles caer de la mayoría.

Imaginen que Podemos, dividido entre los que optan por apoyar a Rajoy para mantener sus escaños o los que antes de eso prefieren volver a tener elecciones, convocase a sus bases. E imaginen que, tras un intenso día de votaciones, hubiese un empate entre los dos sectores. Un empate casi inalcanzable, pero un empate válido al fin y al cabo.

El resto de partidos ya se estaría preparando para la campaña y la próxima convocatoria electoral. Rajoy intentaría gobernar con el PSOE hasta entonces, pero estos ya no verían beneficios en tal acuerdo. Y los enemigos de Rajoy, los que están dentro de su partido, ya levantarían sus espadas para acabar con el líder que les podría llevar a otro descalabro electoral.

Así, preparándose para afrontar otra lucha más, de la que muy probablemente saldría derrotado, es como el Presidente del Gobierno en funciones recibiría la llamada de sus negociadores. No todo está perdido. Podemos tener un acuerdo. Podemos alcanzarlo aunque ya solo queden dos días. Pero debemos pagar un precio, Mariano. Tú.

Solo, aunque no muerto y todavía con la posibilidad de volver en el futuro, Rajoy abandonaría la carrera por la Presidencia. ¿Y a quién presentaría el PP? Debería ser alguien joven, con buena imagen, del ala moderada del partido. Necesitarían un candidato de consenso. ¿Núñez Feijóo? No, está tocado por la corrupción. ¿Soraya? No quiere. ¿Borja Sémper? ¿El de Guipúzcoa? Pero si ni siquiera ha conseguido escaño… Es igual. Es la imagen que necesitamos. Si nos equivocamos, ya se cambiará, pero Podemos no aceptará candidatos que estén más a la derecha.
Fuente: El Periódico

Y Sémper, sorprendido y aún sin creérselo, viajaría a Madrid ese mismo día. Allí Rajoy le agarraría del brazo para entrar a la sede del partido, sitiada por los periodistas. El aún Presidente alabaría su gestión y su compromiso con el país. Todo sabiendo que ya no es él el que está acaparando las fotografías, sabiendo que le han sustituido.

Dejen de imaginar. Descabellado, ¿verdad? Una fantasía no muy bien cimentada. ¿Por qué iba a juntarse el PSOE con el PP? ¿Y por qué se iba a juntar ERC con CDC? ¿Por qué Podemos apoyaría a alguien del PP? ¿Y por qué la CUP ha apoyado a Carles Puigdemont?

“La política hace extraños compañeros de cama”. Sí, pero en esta orgía ha entrado mucha gente con un único objetivo: la independencia. Y ese ideal ha llevado a crear este Frankenstein político que, si bien no sabemos cuánto va a durar, sabemos que es muy peligroso. Sus costuras pueden no ser del todo fiables y acabaría estallando y manchando de sesos y vísceras a los ciudadanos de Cataluña y a los de toda España.


Hoy hemos visto cómo más de la mitad de los diputados del Parlament, aquellos que representan a un 47,7% de los catalanes, han votado a favor del alcalde de Girona como nuevo President. ¿Están simplemente locos o la independencia está creando un sentimiento tan importante como para poner de acuerdo a gente tan diversa? Debemos responder pronto y actuar en consecuencia. Porque si no somos lo suficientemente rápidos, podemos acabar lamentándolo.

miércoles, 6 de enero de 2016

Involucionamos

“Imagina ser Diseñadora de Moda”. “Imagina ser Estrella del Pop”. “Imagina ser Patinadora”. Imagina ser ingeniera, médica, empresaria… ¿reina? ¿Imagina ser reina? Fernando VII, rey infame de nuestra historia donde los haya, que se saltó la Constitución de Cádiz dos veces para seguir ejerciendo su poder absoluto prohibiendo a España abrazar el liberalismo de la época que llevó al resto de naciones europeas a la primera posición mundial, imaginó a su hija Isabel como reina

El rey Fernando aprobó la Pragmática Sanción en 1830, permitiendo que su futura hija Isabel heredase el trono. El hermano del rey, Carlos María Isidro, nunca aceptó esta ley, ya que él, el hombre más cercano genealógicamente al rey, debía ser el heredero. Pero Fernando se mantuvo en su pensamiento de que su hija debía ser Reina de España y no derogó la ley. A su muerte, comenzó la Primera Guerra Carlista, que duró siete años y provocó más de 135.000 muertos.
Biel Aliño | El Mundo

Todo por la idea de que una mujer podía ser reina. Por querer cambiar el curso de la historia para que no solo el hombre pudiese gobernar. Y me refiero a la historia de verdad, la que se estudia en los colegios públicos y la que sufrieron nuestros antepasados. Afortunadamente, hoy en día tenemos muy asumida la idea de que una mujer puede ser lo que ella quiere, incluso reina. ¿O no?

Dejemos a un lado que nuestra Constitución, esa ley fundamental que es perfecta y, por tanto, no debemos tocar o se abrirá una gran grieta en el suelo que nos conducirá a todos al abismo, donde Lucifer nos clavará un tridente en el culo durante toda la eternidad; esa Constitución nuestra, pone por delante al hombre a la hora de ser Jefe del Estado. El Borbón macho reina antes que el Borbón hembra, vaya. Por esta distinción, nuestro actual monarca se llama Felipe y no Elena.

Dejando a un lado este detalle, decía, no tengo tan claro que una mujer pueda ser reina en la España de hoy. Y si no, vean el revuelo que se ha montado por las cabalgatas en las que han salido mujeres a hacer de Melchor, Gaspar, o Baltasar o de los tres, como en el caso de Valencia. En este último caso, las tres reinas magas ni siquiera desfilaron en la cabalgata del día 5, lo hicieron en otro espectáculo que se celebró el día 3. Sí ha habido auténticas reinas magas en las cabalgatas de San Blas, Ciudad Lineal, Vallecas y algún otro municipio como Montefrío (Granada).

He oído que estas mujeres rompen con la tradición, que vulneran una realidad histórica (la Biblia, ese gran manual de Historia que habla de zarzas ardiendo y diluvios universales) y que ponen en peligro la creencia de los niños en los reyes magos. Y es que cuando nos quedamos sin argumentos sólidos solemos recurrir a los niños, al nazismo o a Venezuela, que está de moda últimamente.

Pero a estos críticos les voy a dar la razón parcialmente: sí, se ha roto con la tradición. ¿Y? ¿Dónde está el problema con romper tradiciones? Porque no creo que todas las tradiciones sean buenas y haya que respetarlas, igual que no todas las modas revolucionarias deben ser abrazadas.

El argumento de los niños ya me produce un poco más de urticaria. ¿De verdad un blanco embadurnado en betún no les rompe la ilusión pero una mujer sí lo hace? ¿A nadie se le ha ocurrido decirles que la cabalgata es una representación y que los Reyes vienen por la noche? O aún mejor, ¿nadie puede decirle a su hija que esa reina maga lo ha hecho mejor que un hombre y se ha ganado su puesto?


Aún con el siempre vivo recuerdo de la reina Isabel La Católica, la idea de que una mujer pudiese ser reina de España parecía una barbaridad en el Siglo XIX. Pero Fernando VII apostó por ella. Y sus partidarios también. Y los miles de combatientes que murieron por ella, y por el resto de ideas liberales que eran considerados como abominaciones en su momento, también perecieron por ella. ¿Ahora nosotros vamos a crear polémica porque salga una reina maga?

domingo, 3 de enero de 2016

Señores pasajeros, mantengan la calma

Los periodistas a los que nos gusta hablar de política, los interesados en el tufillo de este mundo y la gente informada, que es la mayoría, llevamos meses viendo venir que tras el 20D tendríamos un Parlamento muy fragmentado. Ocurrió en las elecciones catalanas y volvió a ocurrir este diciembre. Es algo que ya sabíamos, que nos esperábamos.

Entonces, ¿por qué nos llevamos las manos a la cabeza cuando nos encontramos con, oh sorpresa, que el nuevo Parlamento está muy fragmentado? El ruido mediático nos atribuye el crear un caos político por votar a opciones situadas fuera del bipartidismo que ha estado gobernando España durante los últimos años. 

20minutos


Y, desde luego, en su esquema mental hemos creado un caos bien grande. Los pactos más alocados que caben en la mente de aquellos que siguen atascados en el sistema político que teníamos antes de las tres crisis por las que hemos pasado son los que hizo Aznar con CiU en 1996. Y algunos ya apuntan a estos acuerdos como el germen de la actual crisis independentista.

Porque la mayoría absoluta de Rajoy está muy mal, pero el tener que pactar para poder formar Gobierno, también. Queremos las ventajas del sistema antiguo y del actual obviando sus inconvenientes, pero eso no es posible. Debemos afrontar los desafíos que se nos ponen por delante y no mirar para otro lado. Y en este momento, formar un Gobierno es un desafío.

Los españoles hemos expresado nuestro deseo de pactos, de llegar a grandes acuerdos entre todos, desde puntos de vista muy diferentes. Si nuestro sistema fuese más participativo y menos representativo, puede que nuestros políticos no tuviesen que afrontar la tarea que se les ha venido encima. Pero el sistema que tenemos es este, así que deben hacerlo. Es su parte del contrato que firmaron con los ciudadanos el pasado día 20.

"Llegar a pactos" no significa formar una gran coalición que lleve a un Gobierno estable para los próximos cuatro años. Que nadie se confunda, esa no es la voluntad de la ciudadanía y tampoco es una situación factible con la actual distribución de los 350 escaños del Congreso de los Diputados. En este período histórico en el que nos encontramos, "llegar a pactos" implicará llevar a cabo una serie de reformas que necesita el país y para las que es necesario modificar la Constitución

La ley electoral, la participación de los ciudadanos, los aforados, los privilegios fiscales de las multinacionales, la educación, la violencia de género, las pensiones, la política energética, los desahucios... Estos y muchos otros temas deben ser repensados y, los cambios que en ellos se realicen, ratificados por todos nosotros.


Por supuesto, todo esto no se consigue en una semana. Tampoco abarca cuatro años. La legislatura que viene debe ser corta, pero muy intensa. Con muchas crisis que parezcan impropias de un país europeo y con el Gobierno, el que sea, a punto de caer constantemente. Pero es algo que debe hacerse, debemos arriesgarnos durante los próximos dos años para disfrutar de estabilidad durante los próximos treinta.