miércoles, 30 de septiembre de 2015

España, estado (a)confesional

  • El PSOE de Zaragoza mantiene la obligación de todos los concejales de acudir a “actos solemnes”
Fuente: elblogdecha.com

Pedro Sánchez propuso derogar el concordato con la Iglesia Católica hace un año. Rubalcaba hizo lo mismo en 2013. Zapatero tuvo dos legislaturas para hacerlo y… no ocurrió nada. Solo un diputado del PSOE propuso en 2008 revisar los acuerdos con la Santa Sede que firmó Franco en 1953. Fue José Antonio Pérez Tapias. El mismo Pérez Tapias que —la vida te da sorpresas y es una tómbola, tom, tom, tómbola— en 2014 intentó alcanzar la secretaría general del partido.

Pero a pesar de estos grandes intentos y esfuerzos de los socialistas por acabar con los privilegios de la Santa Sede en nuestro país —nótese la ironía, por Dios—, siempre han tenido que lidiar con uno de los, hasta hace poco, pesos pesados del partido que seguía muy vinculado con sus creencias y que, ya de paso, nos vinculaba a todos los demás: el exministro y exalcalde de Zaragoza Juan Alberto Belloch.

Como ejemplo ilustrativo retrocedamos a 2012, momento en el que el PSOE gobernaba la capital maña con el apoyo de Chunta Aragonesista e Izquierda Unida. Este último partido pidió que se retirase el crucifijo del salón de plenos que presidía todas las reuniones y que, ya entonces, era un símbolo de las firmes creencias del alcalde. Los nacionalistas y los comunistas votaron a favor y el PP votó en contra. Todos los concejales socialistas se abstuvieron menos uno. Fue Belloch, claro, que votó con el PP y consiguió que el crucifijo se quedase en su lugar. Y así sigue ocurriendo, por ejemplo, en las juras del cargo de los ministros, donde sus señorías se arrodillan delante de la Biblia y de la cruz. Como si no representasen también a musulmanes, judíos o ateos. Como si no les hubieran votado musulmanes, judíos o ateos.

¿Habrá cambiado esta situación con la llegada de Podemos a la política nacional y con la pérdida de las grandes alcaldías? ¿Se habrá radicalizado el PSOE hasta convertirse en una panda de ateos peligrosos quemacruces? Este mismo lunes, Zaragoza en Común, partido de izquierdas que gobierna Zaragoza desde junio, propuso suprimir la obligación de los concejales del ayuntamiento de acudir a los “actos solemnes correspondientes” y representar en ellos a los zaragozanos y zaragozanas que les votaron. Que vayan si quieren, eso no se lo va a impedir nadie, pero que lo hagan a título personal.


Sin embargo, el PSOE zaragozano de Carlos Pérez Anadón intentó salvar dos fiestas de esa reforma: la Ofrenda de Flores y San Valero. Aceptamos que no se puede mezclar la política con la religión, pero no en todo, tampoco nos vamos a volver locos. Esta enmienda fue rechazada, los socialistas votaron en contra y cayó toda la reforma. El reglamento sigue como estaba. Solo Ciudadanos apoyó al alcalde, Pedro Santisteve. Y es que la  católica sombra del exalcalde Belloch es alargada y densa.

martes, 22 de septiembre de 2015

Felipe, ¿qué haces?

  • Felipe González afirma que Pinochet “respetaba más los derechos humanos que Maduro”
Creative Commons

202 escaños. 184 escaños. 175 escaños. 159 escaños. 141 escaños. Cinco elecciones, cinco brillantes resultados. Incluso en las últimas elecciones a las que se presentó, Felipe González consiguió quedarse a menos de un 1% de distancia del vencedor, el Partido Popular. Bajo su presidencia, el país sufrió una verdadera transformación. La España de 1982 no tenía nada que ver con la de 1996. Esto sería un increíble patrimonio del que poder presumir a gusto. ¿Por qué estropearlo ahora?

La figura del político andaluz empezó a tambalearse durante su propio mandato. La corrupción, el terrorismo de Estado y el paro le atacaron con ferocidad, pero consiguió salir airoso. A partir de ahí, se retiró a cuidar bonsais y a disfrutar de su sueldo de 75.000 euros como expresidente. Pero esa cantidad no era suficiente, así que en 2010 fichó como “consejero independiente” por Gas Natural Fenosa. De esta compañía empezó a recibir 126.500 euros al año. 

Para recibir ese sueldo, sería un trabajo agotador, pensarán. Parece que no, porque el propio González afirmó en 2014 que el puesto era “muy aburrido”. Tan aburrido que decidió jugar a ser broker. Ese mismo año, el expresidente vendió sus acciones de Gas Natural por 42.604 euros. Se especuló entonces con que dejaría su puesto como consejero, pero no. Ya había renovado por otro año y volvió a comprar acciones de la empresa, invirtiendo 45.280 euros. Es decir, vendió a 22,8€ y compró a 22,54€. Al fin y al cabo, no debe ser difícil invertir cuando sabes cómo van las cuentas de la compañía.

Pero no es la economía lo que va a enterrar la figura de Felipe González sino la política. Porque parece que el famoso Síndrome de la Moncloa —la enfermedad rara que afecta a los expresidentes de nuestro país y que les hace creerse redentores de la Humanidad— también le ha afectado a él y está dispuesto a solucionar los que son, a su juicio, los dos grandes problemas de España: Cataluña y Podemos

El pasado 5 de septiembre declaró estar “a favor de una reforma que reconozca a Catalunya como nación”, en una entrevista publicada por La Vanguardia. Pero el expresidente decidió negar esa afirmación y el periódico le respondió publicando la grabación del encuentro. Fin de la cita.


Por otra parte, hace cuatro días afirmó que la dictadura de Pinochet respetaba más los derechos humanos que la actual Venezuela de Maduro, según publicó infolibre.es. Yo hay cosas que no las entiendo. ¿Por qué Felipe González se mete en este berenjenal? ¿Por qué intentó defender a los opositores Ledezma y López viajando a Venezuela cuando sabía que eso no sería posible? No seré yo el que defienda el sistema opresor venezolano, pero ¿por qué no defiende al pueblo saharaui? ¿Por qué no a los disidentes chinos? ¿Y a las mujeres saudíes? ¿No será por que cada vez que intenta salvar al sojuzgado pueblo venezolano lo acompaña con un ataque a Podemos? ¿Quién le importa más a Felipe González, las víctimas de Maduro o los votantes de diciembre?

jueves, 17 de septiembre de 2015

Ni ha explotado el mundo, ni ha llegado la utopía

  • 100 días con los nuevos alcaldes y alcaldesas
Fuente: Europa Press

¿Alguien ve soviets en Madrid? ¿Ha declarado ya Valencia su independencia del Estado Español? ¿Pedro Santisteve, alcalde de Zaragoza, ha defendido a algún asesino? ¿Ha abandonado Paco Marhuenda la ciudad de Barcelona ante la victoria de Ada Colau?  Nein, nein, nein y nein.

Hace cien días que se constituyeron los nuevos ayuntamientos de todo el país en base a los resultados de las elecciones del 24 de mayo. Pero esas no fueron unas elecciones normales, no siguieron el mismo patrón que sus predecesoras. Los partidos que se enfrentaban al bipartidismo plantearon una campaña electoral diferente, con actos sencillos y cercanos al ciudadano y aguantando descalificaciones de lo más variadas. Y funcionó. Una comparación entre los resultados municipales y autonómicos es muy esclarecedora. 

Elaboración propia

Tomemos las comunidades de Aragón, Madrid y Valencia, con sus respectivas capitales, como ejemplo. Si comparamos los resultados obtenidos por las principales candidaturas de izquierda (excluyendo al PSOE) en la comunidad y en la capital, vemos un gran incremento de votantes en las grandes urbes. Esta diferencia es la que ha permitido que, mientras que en Aragón y la Comunidad Valenciana gobierna el PSOE, en sus capitales lo haga Zaragoza en Común y Compromís, respectivamente. En el caso de la Comunidad de Madrid y la capital, es muy destacable que los votos que Cristina Cifuentes sacó de ventaja a Esperanza Aguirre en la capital, habrían bastado para que la alcaldía de Madrid siguiera en manos del PP.

Realizar una campaña diferente otorga resultados diferentes. Y no ser un partido tan odiado como el PP —Pedro Sánchez ha equiparado en numerosas ocasiones a los populares con Bildu al ser estos dos los únicos partidos con los que nunca pactaría— ayuda a poder sacar los pactos postelectorales adelante.

Así fue cómo alcanzaron el poder pero, ¿qué hay de las propuestas? ¿Cómo van los compromisos que los candidatos tomaron durante la campaña? No se puede realizar un balance de gobierno con solo 100 días de acción, más aún teniendo en cuenta las vacaciones de verano con las que se han topado. Sin embargo, es cierto que algunas promesas ya se han cumplido, como la paralización de los desahucios —este solía ser el objetivo central de las “candidaturas de unidad popular”—. También hay voces que reconocen ya que habrá contradicciones con el programa electoral, como el ayuntamiento de Zaragoza que va aumentar el IBI a las residencias más baratas y a bajárselo a las más caras en su búsqueda de un impuesto progresivo en función de la renta.

Nuestra vida sigue esencialmente igual pero, ¿de verdad se esperaban otra cosa? ¿Qué creían que iba a pasar? Ni el país iba a arder ni íbamos a alcanzar la igualdad social. Y esto no ocurrirá ni dentro de otros cien días, ni al final de esta legislatura, ni al final de la siguiente. Pero esto es lo normal, lo esperable. Porque son alcaldes y alcaldesas, no dioses. Los verdaderos cambios tardan generaciones en llegar y cada cuatro años tan solo elegimos qué ligero desvío del camino cogemos.

martes, 15 de septiembre de 2015

Animales

  • Muere el Toro de la Vega a pesar de las protestas


Muerte de Rompesuelas, Toro de la Vega 2015 from PACMA TV on Vimeo.


Un año más. Un año más los vecinos de Tordesillas han soltado a un toro por las calles de su pueblo. Un año más le han dado unos metros de ventaja para que se aleje y llegue a la vega. Y un año más cientos de animales le han seguido con lanzas y han competido por matarlo. A ver quién la tiene más grande. Y estos energúmenos, sin conocer cómo asesinar a un animal debidamente, han empezado a clavarle lanzas. Hasta que uno de estos salvajes ha acertado, por casualidad o por misericordia divina, en el corazón del astado. Rompesuelas, así se llamaba la víctima, ha terminado de desangrarse y ha caído muerto. Y el verdadero animal ha vuelto a Tordesillas a hombros y vitoreado por sus congéneres. Todo para acabar celebrándolo en el bar —se han llenado todos los de la localidad, según el periodista J. J. Gálvez— tomando un vino. A la salud de Rompesuelas. Joder, qué bien nos lo hemos pasado. ¿Has visto cuando el bicho ha empezado a escupir sangre por la boca? ¿Y cuando ha caído agonizando? Eso ha sido la hostia, coño.

Afortunadamente para todos, sigue habiendo gente dispuesta a que le partan la cara por las causas justas. Como los animalistas que han acudido a Tordesillas para intentar evitar, en vano, la celebración del torneo. Los animales volvieron a demostrar su condición y soltaron al toro, que en ese momento ya había perdido entre 30 y 50 kilos por el viaje desde Badajoz, antes de que la zona fuera desalojada de manifestantes. Podía haber acabado en tragedia —otra—, especialmente teniendo en cuenta que uno de los animalistas se encontraba encadenado e indefenso. Igual de indefenso que el periodista de Telecinco que cubría el evento y fue agredido por hacer su trabajo, informar de las más horrendas y vergonzantes caras de nuestra sociedad.


Y, más allá de los activistas que dejan de lado sus quehaceres para luchar por lo que creen, ¿quién más puede detener esta atrocidad? Nuestros políticos. Acabáramos. El alcalde de la localidad, José Antonio González Poncela, es miembro del Partido Socialista. El mismo PSOE que dirige Pedro Sánchez, que ya se manifestó en contra del Toro de la Vega. El ecofriendly y defensor de los animales Pedro Sánchez. ¿Por qué no expedienta a su alcalde ante semejante espectáculo? ¿Por qué no expulsa de su partido a este animal que acepta y promueve el torneo? Porque, como ha explicado hoy su portavoz Antonio Hernando, cuando estén en la Moncloa aprobarán una Ley contra el Maltrato Animal que impedirá su celebración. Vamos, que a mí que se torture a un animal inocente me viene a dar lo mismo, pero si me votas lo prohibo. Puedo esforzarme por que no se celebre ahora. Podría haber intentado realizar algo, lo más mínimo, para impedir que Rompesuelas sea asesinado a lanzazos. Pero no lo voy a hacer gratis, no soy tan animal.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Una gran flecha en dirección a...

  • La Diada, marcada por el independentismo
tv3.cat

Mientras escribo estas palabras, una enorme flecha transportada por voluntarios recorre las calles de Barcelona, flanqueada por otros cientos de miles de catalanes —porque cada institución cuenta el número de personas que asisten a esta manifestación en base a sus intereses— de partidarios de la secesión. Es el primer gran acto de la campaña electoral que hoy empieza. Lo que a mí me gustaría saber es… ¿a dónde va esa flecha?

La cerrazón taurina del gobierno de Mariano ha impedido que los catalanes puedan votar en un referéndum si quieren o no seguir en España, llevándolos al estado de indefensión en el que ahora se encuentran por el escenario que se avecina: las elecciones autonómicas del 27 de septiembre. Porque todo el mundo sabe a qué partidos puede votar, pero nadie conoce qué ocurrirá el día 28. Si los independentistas ganan, ¿podrán sortear los recursos legales que les colocará el gobierno central? Y si vencen los constitucionalistas, ¿cómo estos podrán formar gobierno? Solo un pacto entre Ciutadans, el PSC, Catalunya si que es pot y el PP podría alcanzar los 68 diputados que otorgan la mayoría absoluta, un escenario totalmente inverosímil hoy.

Pero eso no parece importar ni a los dirigentes de los partidos catalanes ni a Mariano. Todos van a permitir que el Parlament quede totalmente fragmentado e imposible de gobernar con tal de poder lanzarle una pedrada al contrario y que pierda uno o dos escaños o con tal de mantenerse en la Generalitat aún con numerosos casos de corrupción en su partido.

Hoy, el día de la fiesta nacional de todos los catalanes, comienza la campaña más dura que hemos visto y veremos en muchos años. Con un Albiol que padece la misma enfermedad rara que Esperanza Aguirre y ofrece un pacto a Ciutadans y al PSC. Una Inés Arrimadas a la que no conoce el 70% de los catalanes con derecho a voto, según el CIS. Un Miquel Iceta que no es capaz de transmitir ilusión ni bailando Don’t stop me now. Un Romeva que ha renunciado a ser president aún yendo como número uno por la que será la lista más votada, pero que con el increíble incremento de votos de la CUP se ha convertido en el hombre con más probabilidades de suceder a Artur Mas a los mandos de Cataluña. Y con un Rabell que se centra en la lucha contra los recortes y la desigualdad en una campaña en la que solo se hablará de la independencia.


Si los miembros del Parlament son incapaces de pactar y formar gobierno, algo que es lo más probable viendo esta situación, Artur Mas tendrá que volver a convocar elecciones. ¿Será el 13 o el 20 de diciembre —las dos fechas que supuestamente baraja Mariano para convocar las elecciones generales— un buen día para votar un nuevo Parlament? ¿Lanzará Mas un último dardo al Presidente del Gobierno?

martes, 8 de septiembre de 2015

"Obliga"

  • Polémica portada de El País con respecto a la crisis de los refugiados

"La crisis de los refugiados obliga a planear bombardeos en Siria". Ese es el titular de hoy de El País. En portada. La portada más leída de toda la nación, la del periódico español más conocido en todo el mundo. "El periódico global", según su eslogan.

En un periódico, como en el cualquier otro soporte en el que se practique el periodismo, debe haber dos partes diferenciadas: la información y la opinión. El propio libro de estilo de El País, la biblia que deben seguir todos los periodistas que trabajen en dicho medio, dice: "La información y la opinión estarán claramente diferenciadas entre sí". Deben tener diferentes secciones, tipografía, lugar, estilo... Vamos, lo más claro posible para que nadie confunda lo uno con lo otro, la información con la opinión.

¿Por qué la mayoría de los periódicos se encuentran en terribles situaciones financieras? ¿Es por su pertenencia a grupos empresariales que buscan beneficio rápido? Sí. ¿Es por la falta de credibilidad que los propios periodistas nos hemos buscado? También. Hemos cometido muchos errores. La famosa portada de alguien parecido a Hugo Chávez entubado y cerca de la muerte, la difusión de un supuesto accidente aéreo en el mar por un tweet del 112 que no resultó ser más que un barco, la portada de ABC mostrando a un hombre que resultó ser inocente como un sádico asesino de mirada malévola... 

Pero no solo los errores son los causantes de nuestra desgracia. ¿Cómo vamos a confiar en aquellos periodistas que cada sábado por la noche se encierran en su trinchera y disparan bombazos a la trinchera contraria? ¿Y si ese periodista tiene que informar sobre la corrupción del partido al que defiende todas las semanas? Dará igual que lo haga bien o no, porque nadie creerá esa información —por haberla mezclado con la opinión—. 

Sin dinero y sin confianza. ¿Cuál es el recurso que utiliza El País en esta situación? ¿La herramienta que puede sacarles del agujero en el que se encuentran? Parece que alinearse con sus dueños (a.k.a. Banco Santander y Gobierno de España mediante la publicidad institucional), agachar la cabeza y obedecer. Sin atreverse a levantarse y a enfrentarse a la realidad y a las deudas con el rigor y la profesionalidad. Han preferido la cobertura económica que le ofrecen estas instituciones y empresas a los lectores, a vosotros. Han cambiado de bando, porque el periodista siempre debe caminar junto a la ciudadanía, a los desfavorecidos, nunca con las élite. Porque el periodismo es un contrapoder, no un poder —y siempre debe dar igual qué color tenga este—.


"La crisis de los refugiados obliga a planear bombardeos en Siria". Como si la señora Crisis, de apellido De los refugiados, hubiera maniatado a nuestros dirigentes para bombardear Siria. ¿Y los sirios muertos en la guerra? ¿Y las personas quemadas, apaleadas, torturadas y asesinadas por el Estado Islámico? Ellos no obligaron a bombardear nada, puede que porque los periodistas no luchamos lo suficiente. Y eso ya no lo podremos cambiar nunca.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Los 5.000 euros de la vergüenza

  • Un padre ofrece 5.000 euros para que contraten a su hijo
Heraldo de Aragón

“Al final tendremos que pagar por trabajar”. Yo he oído esa frase más de una vez. Usted ha oído esa frase más de una vez. Como de costumbre, la realidad acaba superando a la ficción. Porque, al final, hasta a la ficción más cruda y dura le colocamos un adorno de esperanza; de la misma esperanza que, esperamos, se nos acabe aplicando a nosotros mismos. Pero la realidad no hace eso, no coloca nada. La realidad es como es y punto. Si te gusta, bien, y si no, también. 

Y afrontando la realidad es como un abogado jubilado, natural de Huesca pero afincado en Madrid, publicó un anuncio clasificado en el periódico Heraldo de Aragón ofreciendo 5.000 euros a la empresa que contratase a su hijo en paro. Pagar por trabajar. Literalmente.

¿Hasta qué extremo vamos a llegar? ¿No hemos recibido suficiente aviso con los 333.107 despedidos durante el día 31 de agosto? ¿Este es el precio que hay que pagar para que nuestra economía crezca al 3,3%, según la previsión del Gobierno? ¿De qué le sirve a este pensionista que tiene que pagar para conseguirle un trabajo a su hijo este espectacular avance de nuestro PIB?

Sería un experimento interesante —además de un ejercicio democrático muy saludable— preguntarle a la ciudadanía si está de acuerdo con el método empleado por nuestros gobernantes para alcanzar los porcentajes que se nos exigen. ¿Cuántos estarían de acuerdo en convertir nuestro país en la Marina D’or alemana si así reducimos el volumen de nuestra deuda? ¿Cuántos preferirían apostar —lo cual siempre conlleva un riesgo— por la educación y el desarrollo de nuestras empresas para, en un futuro, aspirar a ser un país influyente y con capacidad para ofrecer trabajo de calidad a sus ciudadanos? Si bien es cierto que vendría a dar lo mismo ya que en España los referéndums no son vinculantes, yo tengo curiosidad por saber qué opina mi país.

Pero la gran sorpresa de esta noticia viene ahora porque, según el escritor del anuncio, la mayoría de las llamadas que ha recibido proponiendo un puesto de trabajo obviaban “el tema económico”. Después de todo, resulta que la gente buena que aún pulula por el mundo —poca— se interesa por el parado y no por los dineros. Por la persona y no por el bolsillo. Yo no sé si elegiríamos ser un país de camareros o nos lanzaríamos al vacío. No sé si elegiríamos la peste o el cólera. Pero lo que parece seguro es que ya hace mucho tiempo que elegimos no perder nuestra humanidad. Y eso sí que vale más de 5.000 euros.




miércoles, 2 de septiembre de 2015

La cámara de los secretos

  • Barberá, Fabra y Rudi, senadores
lamoncloa.gob.es

El Senado de España oculta un gran secreto. Un misterio que, aparentemente, nadie conoce. Un enigma que lleva rondando por nuestra conciencia colectiva durante años sin que aún hayamos obtenido una respuesta clara y concisa. ¿Para qué sirve?

  • Opción A: Es una cámara de representación territorial
Esta era la idea original. En la Transición, ante el miedo latente de que Madrid decidiese el devenir de todo el reino sin tener en cuenta los intereses autonómicos, se decidió que el papel de los miembros de la Cámara Alta fuera el de velar por sus respectivos territorios. Por ejemplo, si un proyecto beneficioso para la ciudad de Madrid pero perjudicial para Andalucía era aprobado en el Congreso, el Senado tendría el poder para detenerlo. A cada provincia le corresponden cuatro senadores, por lo que el número de diputados andaluces es mucho mayor que el de sus homólogos madrileños.

Pero llegaron los Estatutos de Autonomía y hoy en día los ejecutivos autonómicos tienen numerosas competencias transferidas. Además, en la práctica los senadores no responden ante sus territorios, sino ante sus partidos. Por tanto, la decisión que haya tomado el partido mayoritario en el Congreso será aprobada por sus compañeros parlamentarios del Senado.

  • Opción B: Es una cámara de segunda lectura
Mira, esto es cierto. Todos los proyectos de ley que son aprobados por el Congreso deben tener el visto bueno del Senado para ver la luz. La Cámara Alta tiene el poder de vetar o enmendar un proyecto de ley pero, si eso ocurre, este vuelve al Congreso. En pocas palabras, al final siempre decide el Congreso. El Senado sólo puede cacarear lo que le llega de su hermano mayor.

  • Opción C: Es un “cementerio de elefantes”
Esta expresión, repetida hasta la saciedad por los analistas y periodistas faltos de originalidad, hace referencia a la numerosa presencia de expresidentes autonómicos en la cámara. Ayer tomaron posesión dos: Alberto Fabra, de la Comunidad Valenciana, y Luisa Fernanda Rudi, de Aragón. Con ellos, la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá. No se sentirán marginados; allí se encontrarán con otros de su alcurnia como Montilla, Lerma, Iglesias (de nombre Marcelino, no se asusten), o Bauzá. Precisamente, Barberá y Fabra expresaron ayer que el Senado no es una “cámara de elefantes”. Mala señal, en todo caso, si tienen que aclararlo antes de empezar su labor.

¿Entonces qué hacemos? ¿Cerrarlo? El PSOE lo propuso en 2013 y Podemos también aboga por su supresión. ¿Modificarlo? Esa es la idea del PP. ¿En qué sentido? Em… Bueno, eso ya es más complicado. Es complicado porque, en fin, es muy útil para aparcar a gente cuando ya no nos vale pero tampoco queremos pegarle una patada. Igual que es muy útil tener controlado el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional. ¿Sabes lo cómodamente que se vive así?


Pero esa época terminó. Ya no vale con extender los tentáculos del partido para impregnar todas las instituciones posibles y atarlas en corto. Porque el tiempo de las mayorías absolutas se ha acabado. El momento en el que la ciudadanía no se interesaba por las triquiñuelas de la política murió hace tiempo. La pregunta es quiénes sabrán avanzar de una época a otra, quiénes sobrevivirán. Ese es el gran secreto.

Alejandro Santos
@santosbenedi